Afectaría la credibilidad y sostenibilidad de la deuda: duras advertencias del Contralor sobre frenar regla fiscal

Con el déficit fiscal en picada, el Gobierno, a través del ministerio de Hacienda, buscará suspender la regla fiscal activando una cápsula de escape, que es un mecanismo contemplado para saltarse las metas por tres vigencias para atender un hecho sobreviniente. La última vez que se acudió a esta carta, precisamente, fue durante la pandemia del covid-19. 

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Sin embargo, sin una emergencia a la vista de estas proporciones, la propuesta ha sido duramente criticada. El contralor advirtió que podría afectar la credibilidad de Colombia y la sostenibilidad de la deuda a futuro.

Durante la cumbre anual de Asobancaria, en Cartagena, Carlos Hernán Rodríguez advirtió sobre las implicaciones fiscales y reputacionales que pueden generar este tipo de decisiones macroeconómicas. Hizo un llamado al Gobierno a hacer una reflexión equilibrada y a replantearse el acudir a mecanismos extraordinarios ante dificultades de caja, cuya solución debería venir, más bien, por el lado de un apretón al gasto público.

"Si bien la cláusula de escape está contemplada en la normatividad vigente (artículo 60 de la Ley 2155 de 2021), su activación debe estar justificada por eventos extraordinarios o situaciones que comprometan la estabilidad macroeconómica del país. Elementos que, en la coyuntura actual, no parecen estar presentes, más allá de las restricciones fiscales del Gobierno Nacional", dijo el Contralor.

También salió en defensa de la regla fiscal —que fija un tope de deuda para cuidar las finanzas públicas— y aseguró que esta ya incorpora en su metodología elementos que reflejan la coyuntura económica. Citó, por ejemplo, los bajos precios del petróleo y la menor estimación de crecimiento económico.

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Por lo tanto, no considera necesaria la activación de la cláusula de escape que, sin un hecho sobreviniente a nivel país que justifique un sobrendeudamiento, "podría afectar la credibilidad y efectividad de la regla fiscal", como instrumento clave para preservar la buena salud de las cuentas estatales.

"Este mecanismo fue esencial durante la pandemia en 2020 y parcialmente en 2021; su uso hoy genera preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda, la confianza de los inversionistas, la calificación crediticia y los efectos sobre la política fiscal de corto y mediano plazo", agregó Rodríguez.

Otro punto en el flujo de caja que consideró importante tener en cuenta es la ejecución presupuestal para lo que resta del año. Según el principio de anualidad del Estatuto Orgánico de Presupuesto, este debe ejecutarse en su totalidad antes del 31 de diciembre, y solo restarían seis meses para hacerlo.

Rodríguez trazó la ruta a seguir para subsanar el déficit que, de mantenerse la tendencia de este año, según proyecciones económicas, podría cerrar en 2025 en el 7 % del PIB, el nivel más alto desde que se tiene registro.

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De acuerdo con Rodríguez, el plan debería centrarse en mejorar el recaudo tributario y en aumentar la eficiencia en la ejecución del gasto. "Esto no solo fortalecería la economía, sino que permitiría atender de manera más efectiva las necesidades sociales", aseguró.

Finalizó reconociendo la presión que la deuda genera sobre las finanzas públicas, un escenario de riesgo frente al cual la Contraloría reiteró su compromiso con una vigilancia rigurosa de la gestión fiscal "para que cada peso ejecutado cumpla con los fines esenciales del Estado".

Redacción Justicia