El efecto Trump pondría en riesgo la continuidad de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia

El efecto Trump, que tras su llegada a la Casa Blanca congeló los recursos que otorgaba como benefactor a países como Colombia a través de la cooperación internacional, también podría tener un impacto en la continuidad de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia. Este acompañamiento ha sido crucial en la legitimidad a nivel mundial de los acuerdos firmados en 2016 entre el Gobierno y las extintas Farc.

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En octubre del 2024, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votó a favor de extender el mandato de verificación de la Misión de la ONU en Colombia por un año más. 

Esta decisión le dio a su representante especial en el país, Carlos Ruiz Massieu, la posibilidad de continuar con el seguimiento a la implementación de la paz, a las sanciones propias que impusiera la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y al cese del fuego entre el Gobierno y el Eln, en caso de que este llegara a reactivarse.

En el encuentro, que tuvo lugar en Nueva York, los 15 países votaron a favor de extender el mandato. Allí, como ha sido frecuente desde hace ocho años, el respaldo de los cinco países que tienen poder de veto fue unánime: China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos (bajo el gobierno Biden) votaron a favor de aprobar la resolución.

La siguiente votación para que este mandato se renueve por un año más tendrá lugar en octubre. Allí, Colombia, que ya presentó su candidatura a la ONU para hacer parte del Consejo de Seguridad durante el periodo 2026-2027, espera que el organismo le dé el espaldarazo a la Misión de cara al noveno aniversario de la firma del acuerdo.

Sin embargo, factores como el relevo en la Oficina Oval y la presión desde Colombia de sectores críticos al proceso ante la ola de violencia y el fracaso de la ‘paz total’ generan preocupación en sectores ligados a la paz. Temen que Estados Unidos vete la resolución que extiende el mandato, lo que podría anticipar el fin de la labor de la Misión de Verificación en Colombia y del acompañamiento del organismo a la implementación.

Una fuente cercana a la misión de Colombia en las Naciones Unidas consultada por este diario confirmó que la preocupación es real y que, aunque es un rumor que suele surgir cuando se acerca la presentación del informe trimestral, en esta ocasión podría tener sustento.

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En primer lugar, les preocupa la designada por la istración para reemplazar a Linda Thomas-Greenfiel, una experimentada diplomática que hasta enero ofició como embajadora titular de Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad y quien en más de una ocasión reafirmó su respaldo al proceso de paz en Colombia.

Ahora, Elise Stefanik, congresista republicana por el estado de Nueva York y firme defensora de Trump (sin mayor experiencia diplomática), será quien escuche a la Misión de Verificación y al representante del Gobierno colombiano en octubre para decidir si Estados Unidos reafirma su respaldo a la paz en Colombia.

Su postura, alineada a los cambios en la política exterior que plantea Trump, posición ya evidenciada en las decenas de declaraciones en contra de Colombia por la entrega de recursos a través de Usaid para programas sociales, podría condicionar el acompañamiento del organismo al país.

La fuente consultada por EL TIEMPO va más allá e incluso menciona la presión que estarían ejerciendo congresistas colombianos en encuentros privados con parlamentarios republicanos para intentar condicionar ese apoyo, algo que dice, “no tiene que ver con este gobierno; la presión viene desde antes”.

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La misma preocupación tienen en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), entidad nacida de los acuerdos, y que ha recibido un fuerte respaldo por parte de esta Misión. Esta ha llevado el balance de sus investigaciones e imputaciones y sería uno de los garantes de las sanciones que se impongan con la primera sentencia.

Las primeras señales del cambio de postura, según le comentaron fuentes a este diario, se podrán ver el próximo mes durante la presentación del informe trimestral de la Misión de la ONU en Colombia. Allí, Stefanik tendrá que analizar y expresar sus conclusiones sobre el balance que le entreguen de la implementación y de la ‘paz total’.

Las consecuencias para Colombia si Estados Unidos veta la resolución que extiende del mandato podrían ser críticas para las iniciativas de paz en el país. Actualmente, la Misión verifica la reforma rural, la reincorporación económica, social y política de los excombatientes, sus garantías de seguridad, las sanciones propias de la JEP y el Capítulo Étnico.

“No solo pone en una situación de vulnerabilidad los logros de desarme y reinserción de muchos excombatientes y comunidades afectadas por el conflicto sino que el abandono de esta misión haría que la violencia de posconflicto se agudice con la activación de otras violencias en nuestro país”, señaló Manuel Camilo González, profesor de Relaciones Exteriores de la Universidad Javeriana.

En ese sentido, añade que una decisión de este tipo “estaría en línea con los intereses de la istración Trump de no seguir contribuyendo con la ayuda internacional al postconflicto que era uno de los frentes más activos de la financiación de Usaid”.

Por su parte, el analista sobre conflicto y paz, Diego Arias, aseguró que las eventuales consecuencias tendrían dos dimensiones. "Una es istrativa y financiera, que, por más que sea un impacto significativo en el soporte, hay alternativas, sobre todo en la cooperación internacional europea y de los países garantes. Pero el tema político es muy complicado, e irresoluble por la forma en la que piensa la istración Trump. Es una gran pérdida porque el papel del gobierno norteamericano en el proceso de paz es un respaldo internacional muy importante".

En cuanto a la ‘paz total, la Misión también verificó el cese del fuego entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (Eln), además de acompañar la mesa con el Estado Mayor de los Bloquees, es decir, la disidencia de alias Calarcá. Este sería otro de los frentes afectados.

Este diario ó a la Misión de Verificación en Colombia para conocer si se ha identificado algún cambio en la postura de los países con poder de veto respecto al apoyo del organismo. No obstante, Carlos Ruiz Massieu, jefe de la misión, manifestó que “no tienen ninguna información en cuanto a posibles cambios de postura”. “El proceso de paz de Colombia es uno de los pocos temas, quizás el único, que ha contado con el apoyo unánime del Consejo de Seguridad, incluidos los 5 permanentes”, agregó.

Redacción Política y Justicia