Exclusivo: Revelan que exmilitares rusos estarían entrenando a disidencias de Farc en guerra con drones explosivos⁠

El conflicto armado en Colombia ha sumado un nuevo actor en su guerra aérea no declarada. Tras conocerse este año que agentes iraníes habrían intentado ingresar al país con pasaportes falsos, ahora una alta fuente militar le reveló a EL TIEMPO que contratistas y exmilitares rusos también estarían entrenando a disidencias de las Farc y estructuras del Eln, en el manejo y modificación de drones explosivos.

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Lo estarían haciendo desde territorio venezolano, con conocimiento y apoyo del gobierno de ese país, lo que pone en evidencia la creciente injerencia extranjera en el conflicto colombiano. “Sabemos que Rusia e Irán apoyan a Venezuela en capacidades técnicas, y desde allí se está formando a los combatientes colombianos”, aseguró la fuente consultada.

El entrenamiento, añadió, no se limita al pilotaje: se incluyen técnicas de modificación, carga de explosivos y adaptación de drones comerciales, como los DJI MAVIC 3, para lanzar ataques dirigidos contra la fuerza pública y la población civil. “Incluso, se ha detectado que menores de edad están participando en estos entrenamientos”, alertó.

A principios de año, EL TIEMPO reveló que seis ciudadanos iraníes intentaron ingresar al país con pasaportes falsos, y que fuentes de inteligencia vinculaban este hecho a una posible operación de infiltración. La hipótesis planteada entonces era clara: agentes de Irán, e incluso de Hezbolá, estarían capacitando a grupos ilegales colombianos en tácticas de guerra con drones.

Aunque en su momento no se confirmó su presencia formal, la investigación periodística dejó claro que no se trataba de casos aislados. Ahora, con esta nueva revelación, se establece que Rusia también tendría un rol activo en el fortalecimiento táctico de disidencias armadas.

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“La cooperación militar entre Irán, Rusia y el régimen venezolano no es nueva, pero su impacto en Colombia se está consolidando en esta modalidad de guerra silenciosa desde el aire”, sostuvo la alta fuente del Ejército.

Según inteligencia militar, el entrenamiento se estaría dando en la frontera venezolana, especialmente en zonas limítrofes con Arauca y Catatumbo, donde se ha reportado presencia activa de estructuras del Eln y las disidencias. Allí también se habría detectado personal técnico extranjero y laboratorios clandestinos para la modificación de drones, algunos de los cuales —dice la fuente militar— habrían sido montados con ayuda iraní desde hace más de dos décadas.

Los dispositivos usados —DJI MAVIC 3, de origen chino— son fáciles de adquirir y adaptar. Vuelan hasta 10 kilómetros, cargan unos 570 gramos y pueden lanzar explosivos artesanales o granadas modificadas con metralla, RDX y sistemas de liberación remota. “China no entrena, pero fabrica los equipos que después se convierten en armas letales”, explicó la fuente militar.

Entre 2024 y lo que va de 2025, se han registrado al menos 183 ataques con drones explosivos. Las regiones más golpeadas son Nariño, Cauca, Valle del Cauca y Catatumbo. Algunos ataques han sido contra bases militares, pero también se reportan víctimas civiles. Las disidencias ya emplean tácticas de enjambres, microdrones, y algunos aparatos modificados con cámaras térmicas y frecuencias alternas para evadir bloqueadores.

Estos atentados con drones han dejado cuatro militares asesinados y más de 50 uniformados heridos, así como un civil asesinado y siete heridos.

“La injerencia rusa se suma a un panorama donde Irán ya tenía influencia. Ahora, ambos países estarían apoyando el entrenamiento de estructuras criminales colombianas en suelo venezolano, aprovechando la protección del régimen de Maduro”, concluyó la fuente.

Mientras tanto, la fuerza pública acelera su estrategia antidrones con tecnología defensiva, pero reconoce que el avance de los grupos armados, con apoyo técnico extranjero, representa una amenaza inédita para la seguridad nacional.

Frente a las declaraciones de las fuentes militares dadas a EL TIEMPO, la Embajada de Rusia señaló, a través de un comunicado que "rechaza categóricamente los intentos de vincular a la Federación de Rusia con estructuras criminales colombianas...", indicando también que ese país "nunca ha emprendido pasos encaminados a la prestación de apoyo a los grupos armados ilegales que operan en Colombia".

En el mismo comunicado también destacan que Rusia como miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, "respalda los esfuerzos internacionales en este ámbito. Abogamos por una solución pacífica del conflicto a la mayor brevedad posible".

Editora de Justicia