¿Qué revela la primera letra de las placas en Colombia? El código oculto de su lugar de matrícula

En Colombia, las placas de los vehículos han evolucionado desde simples elementos de identificación legal hasta convertirse en registros que narran la historia del parque automotor nacional. 

Un aspecto que llama la atención —y que suele pasar desapercibido para muchos conductores— es el significado de la primera letra de la placa. Este dato, que parece un simple componente alfanumérico, guarda relación directa con el origen geográfico de la matrícula, especialmente en los sistemas utilizados en décadas pasadas.

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En la actualidad, el formato de placas vehiculares en Colombia está compuesto por tres letras seguidas de tres números (por ejemplo, ABC 123). Este sistema alfanumérico permite una gran cantidad de combinaciones, necesarias para atender la creciente demanda de matrículas en un país donde el número de vehículos aumenta de forma constante.

No obstante, la asignación de las letras —y particularmente de la primera— no siempre fue aleatoria. Durante varias décadas, esa primera letra indicaba el departamento o la ciudad donde se matriculó originalmente el vehículo, facilitando la identificación del origen sin necesidad de consultar bases de datos oficiales.

Durante buena parte del siglo XX, el Ministerio de Transporte estableció un sistema en el cual ciertas letras estaban asociadas a lugares específicos. Algunos de los códigos más utilizados fueron:

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Estos códigos nunca fueron universales ni totalmente oficiales, pero durante años sirvieron de guía aproximada. A medida que las matrículas disponibles para cada letra se iban agotando por el crecimiento del parque automotor, las autoridades ampliaban las asignaciones, utilizando letras adicionales sin una conexión directa con la ubicación.

Hoy en día, este sistema territorial prácticamente ha desaparecido. Debido al crecimiento sostenido del número de vehículos y a la necesidad de mantener suficientes combinaciones, el sistema de asignación de placas ya no tiene relación directa con el lugar de matrícula. Por ejemplo, un vehículo registrado en Bogotá puede recibir una placa que tradicionalmente correspondía a otro departamento.

Sin embargo, en muchos vehículos antiguos aún es posible observar estas asignaciones históricas, lo que permite una especie de “arqueología vial” para los aficionados y expertos que analizan el origen de los automóviles observando sus placas.

Aunque hoy la asignación ya no sigue estos patrones, conocer el sistema histórico puede resultar útil en varios contextos:

Los primeros registros (principios del siglo XX): al igual que en muchos otros países, Colombia comenzó a utilizar placas cuando el número de vehículos aumentó. En 1919, en Bogotá ya existían registros de vehículos que portaban plaquetas numéricas de tres cifras, que con el tiempo pasaron a tener cuatro números.

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Los sistemas locales de colores (años 50): con el incremento de camiones y automóviles durante los años 50, impulsado por la construcción de nuevas carreteras, las placas se hicieron obligatorias. Cada ciudad o departamento adoptó sus propios formatos, con colores y combinaciones distintas según el tipo de servicio: particular, público, oficial o diplomático.

Primer intento de unificación (1964): en 1964 se instauró el primer formato nacional uniforme: fondo rojo, caracteres blancos, una letra seguida de dos pares de números separados por guion (ejemplo: A-12-34). En la parte inferior de la placa aparecía la palabra “Colombia”.

Nuevas variaciones (1967-1972): entre 1967 y 1972 surgieron placas con fondo amarillo y texto verde para vehículos matriculados en capitales departamentales; en los municipios, las placas tenían dos letras. Estos formatos incluían el año de expedición y el de vencimiento (ejemplo: "67-COLOMBIA-69"). Los carros de servicio público, por su parte, tenían placas blancas o azul celeste, con caracteres azul oscuro.

Las placas negras (1972): en 1972 aparecieron las placas de fondo negro con texto blanco. Estas tenían un diseño distinto: dos letras dispuestas verticalmente al costado izquierdo, cuatro cifras arriba, y el nombre "Colombia" en la parte inferior. Con estas placas comenzó la asignación de letras específicas por ciudad, como:

Estas letras fueron el antecedente directo del sistema de asignación de letras iniciales que luego adoptaría el país.

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El sistema vigente desde 1988: a partir de noviembre de 1988 se implementaron las placas que hoy siguen en uso:

Este diseño, además de modernizar el sistema, permitió una mayor durabilidad y seguridad contra falsificaciones.