El azúcar, ese dulce tentador que ha formado parte de la dieta humana durante siglos, se ha convertido en un tema de intenso debate cuando se trata de alimentar a los más pequeños.
Sin embargo, los bebés no necesitan azúcar. Desde el punto de vista nutricional, no aporta ningún beneficio real y, de hecho, tiene el potencial de interferir con su adecuada nutrición.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es clara en su recomendación: ningún azúcar o endulzante debe ser introducido en la dieta de un niño antes de los 2 años de edad. ¿La razón? El azúcar puede alterar las preferencias alimenticias y desplazar alimentos esenciales. Además, el consumo excesivo de azúcar puede dar lugar a problemas como ansiedad, dificultades de concentración y trastornos del sueño, entre otros.
Aunque no es necesario prohibir el azúcar de manera absoluta, tampoco se debe fomentar su consumo. Es cierto que los niños estarán expuestos a dulces, galletas, jugos y otros alimentos procesados. No obstante, en lugar de ofrecer estos productos, es preferible considerar alternativas más saludables como las frutas frescas.
Un error frecuente es creer que la dieta familiar está libre de azúcar. En realidad, muchas veces se consumen alimentos procesados que contienen azúcares ocultos. Al revisar las etiquetas de ingredientes, es esencial estar alerta ante términos que indiquen contenido de azúcar, como maltodextrina, jarabe de agave, fructosa, entre otros.
Dada su capacidad para estimular ciertos centros cerebrales y liberar dopamina, el azúcar puede ser tan adictivo como algunas drogas. Además, su consumo excesivo se relaciona con problemas metabólicos como diabetes, enfermedades cardiovasculares y obesidad.
Si alguna vez se cuestiona cuál es el mejor endulzante, la respuesta es evidente: el mejor endulzante es aquel que no se necesita. Al preparar alimentos para un bebé, es vital considerar sus gustos y necesidades individuales, fomentando hábitos saludables que lo beneficien en su vida adulta. Se trata de equilibrio y de ofrecer ocasionalmente aquellos alimentos que no forman parte de su rutina diaria. Es esencial enseñar a los niños a valorar los sabores naturales de los alimentos y a disfrutar de una dieta equilibrada y saludable desde una edad temprana, los invitamos a seguir las redes sociales de Valeria Quintero.