Las razones por las que Bucaramanga ocupó el primer lugar en Colombia con mayor incremento del costo de vida anual

El Departamento istrativo Nacional de Estadística (DANE) dio a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC). En su informe, reveló que Colombia se ubicó en un 5.16% para el periodo anual de abril de 2024 a abril de 2025. 

Al anunciar las ciudades con el IPC más alto a nivel anual, Bucaramanga se ubicó en primer lugar con el 6.49%, superando la tasa nacional.

Le siguieron Pereira con el 6.18%; Bogotá con el 5.66%; Ibagué con 5.56% y Armenia con el 5.44%. En cuanto a la medición de solo abril, Cartagena tuvo una variación mensual del 0.94%.

Puede leer: Bucaramanga está en el top de ciudades universitarias: estas son las razones

Analistas económicos hablaron con EL TIEMPO sobre las razones por las que la 'Ciudad de los Parques' tuvo el IPC más alto a nivel anual, superando el nacional.

Wilfred Alonso Romero Arciniegas, docente catedrático de la Universidad Industrial de Santander (UIS), explica que, bajo su percepción, Bucaramanga ha tenido una variación de los precios de la canasta básica que mide el DANE, encareciéndose cada vez más respecto a otras ciudades principales.

El sistema de transporte masivo, Metrolínea, es una de las aristas que más estaría afectando la economía del bumangués, pues el servicio fracasó, las estaciones no sirven y los buses no llegan a los rincones más desolados. Para el docente Romero, esto ha afectado el bolsillo de los consumidores.

Sumado a esto, la 'Ciudad de los Parques' tiene una gran gama de restaurantes y en cada esquina se abren más. El costo de los platos para el comensal sería una de las mediciones que también generaron un IPC del 6.49% anual.

Lea también: Promesa del fútbol femenino perdió una pierna y hoy gana medallas como ciclista

El experto indica que una familia, al querer consumir un alimento por fuera para compartir, siente la presión de generar más ingresos. Sumado a que el gremio de los restaurantes está creciendo y los es deciden refinar su experiencia al consumidor.

"El último año ha tenido problemas con la liquidación del servicio de transporte, lo que ha generado que pocos s vean reflejado el incremento del precio de las tarifas; muchos otros s tienen que recurrir al transporte informal, lo cual es una mayor presión en el bolsillo de los consumidores. En cuanto a los restaurantes, hay un incremento frente a los ingresos de los trabajadores, y eso hace que haya una mayor presión en el ingreso", señaló.

Respecto a lo que sucede a nivel nacional con el incremento del gas, Romero recalcó que esto afectó a Bucaramanga, aumentando entre un 16% y un 30%, convirtiéndose en un claro golpe al bolsillo del santandereano: "Hay una coyuntura nacional entre el Gobierno y las empresas distribuidoras. Hay un bajo abastecimiento del gas, se ha recurrido a la importación, y eso ha presionado a los precios en general. En Bucaramanga teníamos un servicio económico y subió. Ha tenido un incremento desde el estrato 1 al 6; no es grande el incremento, pero sí hay presión en los ingresos de los hogares. Las matrículas escolares en el último año también generan una mayor presión".

Lea también: La comuna bumanguesa que quiere ser más visitada que la comuna 13 de Medellín

Según el análisis de John Díaz, director del programa de Economía de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB), este fenómeno, aunque indica precios más altos, no necesariamente se traduce en un deterioro de la calidad de vida de los bumangueses.

Díaz explica que, si bien los precios han incrementado, el gasto de las familias también ha aumentado en un porcentaje aún mayor.

"Aunque pareciera que hay un deterioro en la calidad de vida por el lado de la inflación, lo que realmente se está viendo es que hay una preservación del poder adquisitivo", afirma Díaz en entrevista con EL TIEMPO.

Esto significa que, a pesar de los precios elevados, los ciudadanos están logrando mantener o incluso incrementar su nivel de consumo. Este poder adquisitivo se podría atribuir a ingresos adicionales en los hogares, como remesas o la disminución de la tasa de desempleo en la ciudad, lo que permite que más personas generen ingresos.

El economista de la UNAB describe esta inflación como una "inflación sana", impulsada por un mayor consumo. Cuando hay más ingresos disponibles y, por ende, mayor demanda de bienes y servicios, se generan presiones inflacionarias. Sin embargo, en el caso de Bucaramanga, esta presión se ve compensada por una robusta dinámica económica.

Históricamente, Bucaramanga y su área metropolitana se han caracterizado por tener una clase media sólida, con buenos ingresos y un alto nivel de consumo. 

Esta característica, sumada a la reciente disminución del desempleo, podría explicar el fenómeno actual.

El experto de la Unab indica que una parte significativa del presupuesto de los hogares bumangueses, aproximadamente el 56% de sus ingresos, se destina a vivienda, alimentación, servicios públicos y transporte. 

En estos sectores, se han observado incrementos de precios considerables, como el costo del gas y los arriendos, que ejercen una presión inflacionaria notable.

Díaz sugiere que Bucaramanga podría estar experimentando ahora un traslado de fenómenos inflacionarios que ya se presentaron en ciudades más grandes como Medellín y Bogotá, particularmente en el sector de los arriendos.

A pesar de que el alto IPC genera la sensación de que Bucaramanga es una ciudad cara, el director de Economía de la UNAB enfatiza que la lectura va más allá de un simple costo elevado. 

"Bucaramanga tiene una dinámica económica que le permite unos niveles de consumo bastante altos", concluye Díaz, indicando que la ciudad goza de un nivel de vida y de ingresos que posibilita un gasto "contundente", lo que se traduce en una economía activa y fuerte. 

Corresponsal de EL TIEMPO - Bucaramanga