En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

Opinión

Lula sabe jugar ajedrez

Tiene la confianza de Washington y al mismo tiempo sostiene visiones con Pekín en una suerte de llave maestra que busca encuentros.

Alt thumbnail

Actualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
En el huracanado mundo de la geopolítica universal sabe colocar sus piezas. Lula tiene la experiencia que adquirió desde el mundo sindical. Que la fuerza está en saber utilizar la palabra cuando es necesaria para marcar un rumbo. Dialogar con cualquier actor sin perder la perspectiva de quién eres es un leitmotiv que aprendió de Leonel Brizola, dos veces gobernador del estado de Río de Janeiro y, además, el discípulo predilecto de Getulio Vargas. En la diatriba de las antípodas no termina casándose con ninguna. Tiene excelente relación con China, con la cual logró importantes acuerdos comerciales. Lo mismo ocurre con los Estados Unidos y Europa.
(Le puede interesar: Deliciosamente Mariaca).
Es decir que Brasil entiende perfectamente que en un mundo globalizado lo significativo es tener buena relación con todos los factores de poder, teniendo claro que lo medular es fortalecer tus intereses. Más allá de tener cercanías ideológicas. En la política internacional, para lograr éxitos se utiliza con mayor énfasis el pragmatismo que la solidaridad automática. En Planalto (sede de gobierno) saben que ningún factor de poder puede soslayar al gigante amazónico. Su peso específico como una economía fundamental en el planeta la hace decisiva para cualquier coyuntura.
Un capítulo interesante para comprender cómo se maneja Brasil en la geopolítica mundial lo acabamos de vivir en la XVI Cumbre de los Brics escenificada en la ciudad de Kazán (Rusia). Nicolás Maduro, desesperado ante el abrumador rechazo universal generado por el forjamiento del verdadero resultado electoral del 28 de julio, quiso buscar una bombona de oxígeno en este organismo. Antes había enviado una avanzada diplomática encabezada por la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y el canciller Yván Eduardo Gil Pinto, para que allanaran el camino. Tres aviones llenos de pasajeros que gozando de los bienes del Estado acudieron como festivos turistas y barras. Lula, quien sufrió un accidente doméstico, no acudió a la cita. Una noche antes del comienzo del evento les manifestó al presidente de Rusia, Vladimir Putin, y a su homólogo chino, Xi Jinping, que vetaría la pretensión de Venezuela de querer formar parte del mismo. Basándose en el derecho que tienen como fundadores de aprobar o rechazar las solicitudes. Al no haber consenso, el anhelo de Nicolás Maduro recibía un revés que inutilizó su deseo de lograr algún apoyo. En la plenaria, el canciller brasileño, Mauro Vieira, expuso el planteamiento de su gobierno con mucha claridad. Quince minutos después, el mismo Lula lo indicaba en una comunicación vía Zoom con toda la plenaria.
Lula puede convencer a factores de poder que Venezuela está lista para regresar a la democracia.
Por supuesto, Nicolás Maduro fue recibido en el aeropuerto. Comió del pan patik hecho de centeno y relleno de carne de ciervo. Al llegar al recinto no se le permitió ingresar. Tuvo que aguardar junto a los fotógrafos que salieran de sus deliberaciones. Allí, como un fan en la búsqueda de un autógrafo, se le aproximó sobre todo al presidente Xi Jinping, quien sin determinarlo lo saludó con frialdad. Igual ocurrió con Vladimir Putin, que lo conminó a que esperara en otro salón. Semejante humillación no la hubiesen permitido presidentes como Rómulo Betancourt y Rafael Caldera. Fue tal la felpa al Gobierno venezolano que Cuba —que sí fue aceptada— celebró en una declaración su elección. No existe una línea de solidaridad con el país que tanto los ha ayudado. Una jugada maestra de La Habana que llevó a cabo su canciller, Bruno Rodríguez Parrilla, por instrucciones de su presidente, Miguel Díaz-Canel, de no entrar en la diatriba entre Lula y Maduro, sino lograr la aprobación que buscaba Cuba a sabiendas de que ya Venezuela no les garantiza nada.
El plan concebido desde Miraflores fue vuelto añicos. La extremada fragilidad del régimen quedó nuevamente al descubierto. Solo los santuarios del terrorismo acompañan al insondable mandatario en las horas sombrías de una realidad borrascosa. Tratando de lograr revertir en algo la derrota costosísima en Kazán se quedó la vicepresidenta Delcy Rodríguez, visitando países rogando su auxilio ante una realidad que los tiene contra las cuerdas.
Mientras tanto, Lula observa desde Brasil todo aquello que ratifica su poderío. Un manejo estratégico brillante que le hace entender a ese bloque que Brasil es decisivo. Sabe manejarse en las aguas caudalosas de la política. Es un país que tiene la confianza de Washington y al mismo tiempo sostiene visiones con Pekín en una suerte de llave maestra que busca encuentros.
¿Qué tiene que hacer la oposición venezolana para lograr el respaldo de Brasil? En primera instancia debe buscarse que quien para muchos países es el presidente legítimo, Edmundo González, y Luis Ignacio Lula da Silva puedan conversar cara a cara. Con las pruebas en la mano. Hablando de las libertades democráticas. Que ambas naciones puedan tener una relación armónica y constructiva. Para ello deben actuar más las neuronas que las hormonas. La presencia de la alta política. Lula puede convencer a factores de poder que Venezuela está lista para regresar a la democracia. Que la presidencia de Edmundo González privilegiará el desarrollo sustentable, no entrando en una lucha ideológica para imponer un modelo. Es hacerle entender sobre todo a China que podemos tener una relación de respeto a nuestra soberanía. Lograr que el viejo zorro político amazónico encuentre confianza para lograr avanzar es algo fundamental. La palabra clave es generar un clima de armonía democrática. Estamos en tiempos de estadistas.

Sigue toda la información de Opinión en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.