Ausencia del Estado colombiano permitió expansión del Clan del Golfo en el Darién: HRW

La ausencia casi absoluta del Estado colombiano en la región del llamado Tapón del Darién ha permitido la expansión del poder del Clan del Golfo que ahora controla el millonario negocio de la migración por el cual recibe anualmente decenas de millones de dólares.

Eso dijeron este jueves representantes de la organización estadounidense Human Rights Watch (HRW) durante una rueda de prensa en Washington convocada para presentar un reporte sobre la crisis en el peligroso cruce entre Colombia y Panamá.

Según Juanita Goebertus, directora para las Américas en esta ONG, los investigadores de HRW pudieron establecer que el Clan estaría recibiendo al menos 57 millones de dólares anuales por la vía del cobro de extorsiones tanto a migrantes como a las personas en la región que movilizan a los indocumentados en su periplo hacia Panamá y que, por lo general, tienen como destino final EE. UU.

"Lo que estamos viendo (en el Tapón del Darién) no es solo un fracaso humanitario, y en política migratoria sino también de seguridad porque lo que está significando pasar a los migrantes es enriquecer a un grupo tan peligroso como el Clan del Golfo", dijo Goebertus.

Según Goebertus, el enriquecimiento del Clan por la inacción del gobierno está poniendo en duda la capacidad misma del Estado para tener el monopolio de las armas en el país y dando poder al grupo criminal más fuerte de Colombia que a diario viola los derechos humanos y está involucrado en toda serie de actividades ilegales como el narcotráfico.

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De acuerdo con la directora, HRW también ha venido rastreando cómo autoridades locales, entre ellas, alcaldes y concejales, están sacando provecho -muchas veces de manera abierta- del tráfico de migrantes.

"Sabemos que han estado involucrados en distintos niveles de este negocio migratorio. Son dueños de las lanchas o venden 'paquetes turísticos' de los distintos pasos por el Darién. También hemos recibido información de cómo el Clan extorsiona, tiene control, compra apoyos políticos en la región para poder operar ese negocio. Las autoridades locales no controlan el negocio sino al revés. Es el Clan el que tiene el control, incluso sobre la participación de las autoridades locales", afirma Goebertus.

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HRW anunció, de paso, que prepara un segundo reporte sobre la situación, que estará enfocado en el rol de las autoridades locales y en la respuesta del Estado para enfrentar la crisis.

Juan Pappier, subdirector de HRW para las Américas, también describió la crueldad de los métodos que usa esta organización criminal en el tráfico de migrantes.

Por un lado, dice Pappier, controlan a sangre y fuego las rutas terrestres para que los migrantes no utilicen los mismos caminos que se emplean para el tráfico de coca.

A nivel marítimo, sin embargo, usan a los migrantes como carnada para avanzar con los cargamentos de estupefacientes. "Lanzan lanchas con cocaína en paralelo con lanchas de migrantes y cuando se acerca la armada los tiran al mar para poder avanzar con las lanchas cargadas de drogas", dice Pappier.

Así mismo, a los migrantes que no pueden pagar los costos de las travesías, los emplean de "mulas" para que transporten drogas.

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En términos generales, el informe presentado este jueves concluye que las políticas migratorias que viene empujando Estados Unidos para frenar la migración están agravando la crisis en el Darién.

Así mismo, cuestiona el rol de otros países como Panamá y Costa Rica que estarían facilitando un rápido tránsito por su territorio en lugar de ofrecer condiciones para que los migrantes puedan permanecer.

SERGIO GÓMEZ MASERI

Corresponsal de EL TIEMPO

Washington

En Twitter: @sergom68