Milena González, psicóloga: ‘Los padres que dejan ganar a sus hijos en juegos les hacen un flaco favor y ellos se dan cuenta’

Los juegos no solo son una herramienta esencial para el desarrollo infantil, sino que los ayudan a fortalecer la memoria, mejorar la concentración y aprender a gestionar tanto las victorias como las derrotas. Sin embargo, en ocasiones, los padres permiten que los niños ganen, para así evitarles el sentimiento de frustración. Este gesto, aunque parece bienintencionado, puede tener consecuencias negativas; así lo explicó la psicóloga experta en crianza y familia Milena González.

Para que los pequeños saquen el máximo provecho de estos pasatiempos, es fundamental que cada uno de estos se adapte a sus capacidades y habilidades, dependiendo de la edad.

Pero algo que deben tener en cuenta los progenitores es que sus hijos deben experimentar tanto las derrotas como las victorias, ya que ellos aprenden de este tipo de situaciones, así lo manifestó González en sus redes sociales.

“No hagas que tu hijo gane siempre en los juegos para evitar que sienta tristeza, frustración o rabia. Tarde o temprano se dará cuenta de que, en lugar de ayudarle como era tu intención, le estás impidiendo aprender de sus pequeñas derrotas”, señaló la psicóloga.

Además, advirtió que no es recomendable siempre dejarlos ganar, ni tampoco provocarles las derrotas constantes, sino que siempre debe haber un equilibrio, y que el “juego debe fluir de forma natural”.

Otro de los aspectos relevantes que resaltó Milena González es que la actitud del adulto ante el resultado de la partida es importante, ya que los niños suelen replicar lo que ven en sus padres.

“¿Eres de los que, cuando gana, se burla de los demás, hace bromas o se regodea en su triunfo sin tener en cuenta cómo se siente el otro? Entonces, le estás dando a tu hijo motivos más que suficientes para que no quiera perder nunca”, afirmó.

Este tipo de comportamiento es un mal ejemplo a la hora de gestionar la victoria con empatía, dado que el niño debe entender que así como es importante ganar, la derrota también lo es, ya que aprende de sus errores.

Por eso, los padres deben evitar alterarse, gritar, insultar o hablar mal de los compañeros de juego, debido a que estas actitudes los pequeños no solo las observan, sino que las tienden a imitar.

“La vida ya se encargará de ponerle en situaciones difíciles, y los momentos de juego contigo son una excelente oportunidad para entrenarlo y, de paso, recordarte que eres su espejo”, afirmó González.

WENDYS PITRE ARIZA

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL