El caso de Madeleine McCann tuvo un giro inesperado tras búsqueda de pruebas contra Christian Bruckner en Portugal

Las autoridades portuguesas dieron por terminada la última búsqueda relacionada con la desaparición de Madeleine McCann, tras tres días de búsqueda en una zona boscosa cerca de Praia da Luz.

La operación, que contó con la participación de decenas de agentes y uso de radar subterráneo, no arrojó resultados concluyentes, lo que llevó a cancelar cualquier posible extensión del operativo.

Durante la inspección se encontraron restos de animales y ropa de adultos, pero ninguna evidencia vinculada a la niña británica desaparecida en 2007. 

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Las autoridades portuguesas confirmaron que no se enviarán muestras a Alemania, como inicialmente se había planteado, debido a la falta de hallazgos significativos. “No hemos encontrado nada. No hay nada que merezca la pena enviar a Alemania para su análisis”, declaró un agente a The Sun.

El operativo se centró especialmente en cinco granjas y casas de campo abandonadas, una de las cuales aparecía en imágenes satelitales de 2007 con lo que parecía ser una tienda de campaña blanca. En esa zona se excavó una zanja y se realizaron inspecciones detalladas. Sin embargo, los esfuerzos no produjeron nuevas pistas.

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Este giro inesperado en las pruebas puede hacer que  Christian Brueckner, principal sospechoso del caso, quede en libertad en septiembre si los fiscales alemanes no logran una prórroga de su sentencia. 

Brueckner, que niega su implicación en la desaparición de Madeleine, nunca ha sido formalmente acusado, aunque la policía alemana sostiene que existen pruebas que lo vinculan directamente con el crimen.

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Una de las pruebas clave es la geolocalización de su celular en los alrededores del complejo de Praia da Luz, en el Algarve portugués, justo en el momento en que Madeleine desapareció, el 3 de mayo de 2007. Para los investigadores, esta coincidencia no es casual, ya que ubica a Brückner en el lugar del crimen.

Además, durante una inspección a una propiedad vinculada a él en Alemania, las autoridades encontraron un disco duro oculto con miles de imágenes y videos de abuso sexual infantil, así como documentos que apuntan a una fuerte obsesión con niños pequeños.

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En otras propiedades asociadas a Brückner también se hallaron elementos como ropa infantil y artículos personales que aunque no se han relacionado de forma concluyente con la menor, refuerzan la teoría de las autoridades.

 Sin embargo, la falta de evidencia física directa, como ADN o restos biológicos de la niña, impide que se formalicen cargos en su contra.