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Noticia
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Venta de 'Tusi' en fiestas electrónicas de Barranquilla: la guerra de bandas que desató masacre en Puerto Colombia
El auge de esta droga sintética en la vida nocturna ha encendido una violenta disputa entre bandas criminales.
Massiel Karina Gómez Gómez, una joven DJ de 25 años que se encontraba trabajando en el evento al momento del ataque. Foto: Redes sociales
En la noche del lunes festivo 2 de junio de 2025 la violencia asociada al microtráfico de ‘Tusi’ alcanzó uno de sus puntos más críticos en el área metropolitana de Barranquilla.
Una fiesta electrónica privada en la cabaña Villa de Olvega, ubicada cerca del peaje Los Papiros sobre la Vía al Mar, se convirtió en el escenario de una masacre: cuatro hombres armados, a bordo de dos motocicletas, irrumpieron en el lugar y abrieron fuego indiscriminadamente contra los asistentes, dejando un saldo de tres muertos y nueve heridos.
El ataque, perpetrado hacia las 9:30 de la noche, dejó dos víctimas fatales en el sitio y una tercera que falleció mientras era trasladada a la Clínica Portoazul.
Massiel Karina Gómez Gómez, dj asesinada en Puerto Colombia. Foto:Cortesía
Entre los fallecidos se encontraba la reconocida DJ barranquillera Maciel Karina Gómez Gómez, de 25 años, quien minutos antes había compartido en redes sociales videos de la fiesta.
También perdieron la vida Luis Alfredo Vergara Julio, de 25 años, y Ronaldo José Alarcón Castrilleros, de 19 años.
Algunos de los heridos y fallecidos presentaban antecedentes judiciales por tráfico de estupefacientes, concierto para delinquir y otros delitos relacionados.
Encontraron residuos de 'Tusi' en la fiesta
Las autoridades confirmaron que en el lugar se hallaron residuos de tusi, una droga sintética cuya base es la ketamina y que suele mezclarse con éxtasis, cafeína y otras sustancias.
El "tusi" o "pink cocaine" está creciendo en EE. UU. Foto:X @MailOnline
El ‘Tusi’, conocido popularmente como “cocaína rosada”, ha ganado terreno en la escena de fiestas electrónicas de Barranquilla, donde su consumo es promovido y facilitado por redes criminales que aprovechan la presencia de DJs y el ambiente de clandestinidad de estos eventos para introducir la sustancia.
El comandante de la Policía Metropolitana, general Edwin Urrego, confirmó el enfrentamiento entre bandas criminales por el control y tráfico de sustancias sintéticas.
Informó que en el lugar de los hechos, una cabaña donde se realizaba una fiesta electrónica, fueron hallados residuos de tusi.
"No descartamos que el hecho esté relacionado con ajustes de cuentas entre grupos dedicados a la venta y distribución de sustancias alucinógenas. La persona que posiblemente era el objetivo principal del atentado permanece bajo observación médica y será clave en la reconstrucción de los hechos”, agregó el oficial.
Bandas criminales detrás del negocio
La masacre de Puerto Colombia es la manifestación más reciente y visible de una guerra soterrada entre bandas criminales que se disputan el control del microtráfico de 'Tusi’ y otras drogas sintéticas en Barranquilla y su área metropolitana. Las estructuras más activas y peligrosas en este negocio ilícito son:
Los Costeños: Liderados por Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias “Castor”. Esta organización ha extendido su influencia en el tráfico de estupefacientes, especialmente ‘Tusi’, en fiestas electrónicas y discotecas del norte de Barranquilla y municipios aledaños. Alias “Choco”, presunto miembro de Los Costeños, sería el objetivo principal del ataque en Puerto Colombia, según la investigación policial.
Los Pepes: Encabezados por Digno José Palomino Rodríguez. Esta banda mantiene una disputa abierta con Los Costeños por el control de rutas y puntos de venta de drogas sintéticas. Ambas bandas han protagonizado enfrentamientos armados y extorsiones en el centro y suroriente de la ciudad.
Redes independientes y microtraficantes: Además de las grandes estructuras, operan redes más pequeñas como la desarticulada recientemente por la Policía Metropolitana, liderada por alias ‘Rompedera’, quien aprovechaba su trabajo como bartender para distribuir ‘Tusi’ en eventos sociales y fiestas privadas.
Otros , como alias ‘Emel’ y ‘Shirley’, se encargaban de entregas a domicilio en el norte de Barranquilla y Puerto Colombia.
Estas organizaciones han logrado consolidar un mercado que mueve millones de pesos cada fin de semana, con una dosis de tusi que puede superar los 100 mil pesos.
El perfil de los consumidores suele corresponder a jóvenes de estratos altos, lo que convierte a las fiestas electrónicas en el principal punto de encuentro entre la oferta y la demanda de esta droga.
La disputa territorial y las pugnas por el control del negocio han derivado en una escalada de violencia. El ataque en Puerto Colombia no solo dejó tres muertos y nueve heridos, sino que expuso la fragilidad de la seguridad en eventos privados y la capacidad de las bandas para operar con total impunidad.
Según fuentes policiales, el atentado habría sido un ajuste de cuentas, posiblemente porque los organizadores o asistentes de la fiesta invadieron territorio ajeno o desobedecieron advertencias previas de los grupos criminales.
Las investigaciones continúan, pero hasta el momento no se han reportado capturas relacionadas con la masacre.