Luego de casi dos años de disputas entre los comerciantes del Palacio del Colesterol y la Alcaldía de Bogotá por el funcionamiento de los restaurantes, el día de ayer se dio la autorización para que el emblemático lugar de fritanga, gallina y cerveza, siga haciendo historia en la mesa de los hinchas y, de paso, de todos los bogotanos que disfrutan de la gastronomía tradicional en el sector de Chapinero.
La concejala de Bogotá, Heidy Sánchez, una de las abanderadas de la iniciativa para que se otorgara el permiso de aprovechamiento económico, dijo que "hoy 27 de enero se suscribió el permiso de aprovechamiento económico hasta el próximo 31 de diciembre de 2022 para su funcionamiento y la dignificación de las familias que por más de 60 años han ejercido su actividad económica allí".
De la misma forma, celebró el apoyo recibido por parte de los hinchas de los equipos de la capital y de la ciudadanía en general que "dieron respaldo a la campaña #YoDefiendoElPalacio, pues sin su apoyo no hubiera sido posible".
Mientras tanto, la Subdirección Técnica de Parques del Instituto de Recreación y Deporte (Idrd) dijo en respuesta a un radicado a la Asociación de Comidas Típicas Palacio del Colesterol que "es importante precisar que no se trata de la renovación, ni de un contrato, ya que nos encontramos en presencia de un permiso de aprovechamiento económico amparado bajo el Decreto 552 de 2018. Por medio del cual se establece el marco regulatorio del Aprovechamiento Económico del Espacio Público en el Distrito Capital de Bogotá.
Así las cosas, esta subdirección señaló en este mismo documento que este permiso no implica la transferencia de dominio del espacio público, ni derecho adquisitivo alguno para el del permiso, así como, el reconocimiento por parte del IDRD de inversiones para el desarrollo de la actividad.
Pese a que los restauranteros ahora tienen el permiso para poder trabajar en este lugar de la ciudad, dicen que algunas condiciones del pacto no los favorecen. En esa vía, en el documento suscrito entre las partes dice que "el valor de la retribución por metro cuadrado se incrementa en un cinco por ciento, de acuerdo con los servicios públicos instalados, con los que cuenta el espacio solicitado para el aprovechamiento económico. Descuentos adicionales: bodega, 20 por ciento de descuentos y baterías sanitarias se aplica el 10 por ciento sobre el valor de la tarifa puntual".
Así quedaron los valores para este año de funcionamiento: 11 módulos de trabajo tendrán un costo mensual de $1.097.020; dos fogones por un valor de $1.019.013. El costo de las baterías de baño de la zona oriental es de $496.563 y de la norte $200.964, más un cobro de $417.878 por una bodega.
En conclusión, el uso de los módulos de trabajo de la Unidad Deportiva del Campín tiene un costo mensual total de $3.231.440, sobre el que se aplica un descuento del 50 por ciento de $1.615.720 frente al que la institución dice que "teniendo en cuenta el histórico y con el ánimo de no realizar un aumento superior al establecido en los años anteriores se aplica un descuento del 50 por ciento".
BOGOTÁ