Bogotá: el 36 % de las personas capturadas en TransMilenio por hurto a celulares son reincidentes en este delito; ¿qué está pasando?

La problemática estaría relacionada con dificultades durante la judicialización. Factores como los malos procedimiento y la misma ley que es débil ante delitos como el hurto simple estarían detrás del alto porcentaje de reincidencia.

Operativos de la Policía en TransMilenio Foto: Mauricio Moreno / EL TIEMPO

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Jonathan Toro Romero

PERIODISTA DE BOGOTÁ10.10.2024 20:56 Actualizado: 15.10.2024 00:00

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La seguridad en TransMilenio ha sido uno de los ejes centrales de atención por parte de las autoridades de esta istración. La Secretaría de Seguridad y la Policía Metropolitana se han volcado a robustecer los esquemas de seguridad en el sistema de transporte de la ciudad debido a los altos indicadores de inseguridad que en un momento dado se alcanzaron.

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Pese al redoble de esfuerzos en esta materia dentro del sistema de TransMilenio, lo cierto es que todavía hay un factor que está preocupando fuertemente a las autoridades y es la reincidencia de los criminales que han sido capturados por estar hurtando a pasajeros dentro de los buses y vagones.

De acuerdo con las cifras entregadas por la Policía Metropolitana de Bogotá a este medio, tan solo en lo que va del año se han logrado 667 capturas de personas relacionadas con algún incidente de hurto dentro del sistema. De esos, 249 han sido sujetos reincidentes con hasta cuatro anotaciones ante la justicia por el mismo delito y representan el 36 por ciento del total de capturas dentro del sistema.

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De otro lado, hay 113 criminales que se han especializado en el hurto de celulares en TransMilenio y dentro de este grupo también hay reincidentes que están clasificados de la siguiente manera: dos criminales con cuatro capturas y antecedentes por este tipo de robo; 19 personas judicializadas tres veces por este delito y, finalmente, 92 criminales que ya han estado tras rejas por robar celulares en los buses, dos veces.

"Es por esta razón que un juez de control de garantías está en la obligación de dejar a la persona en libertad toda vez que hay fallas en el proceso de detención".

Este panorama es preocupante porque, desde la cartera de seguridad, señalan que parece haber una “puerta giratoria" entre la acción de la Policía y la Fiscalía que es donde podría estar el cuello de botella.

En muchos casos, los expertos abogados penalistas explican que los acusados de hurto que llegan ante los jueces de control de garantías son liberados, bien sea, por un mal procedimiento o porque el delito que cometieron es querellable, o sea, que necesita de una denuncia previa. Por otro lado, también están los casos en los que no se cumplen los requisitos mínimos para otorgar una medida de aseguramiento.

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Así fue capturada esta mujer, que bajo la modalidad de cosquilleo, hurtó un computador y seis celulares en la estación de @Transmilenio Los Héroes.

Gracias a la denuncia oportuna y la rápida acción de @PoliciaBogota ella deberá pagar por este delito.

Reporte a la Línea 123. pic.twitter.com/GCKgN6ZqU2
— Secretaría de Seguridad BOG (@SeguridadBOG) July 7, 2024

El abogado penalista de la Universidad Manuela Beltrán, Mauricio Tamayo, explicó que son varios los factores que intervienen en la liberación de los detenidos. En primer lugar, explica el experto, uno de ellos se relaciona con las falencias en el momento de realizar las detenciones.

"Es por esta razón que un juez de control de garantías está en la obligación de dejar a la persona en libertad toda vez que hay fallas en el proceso de detención".

Pero Rafael Báez, experto en seguridad, va más allá y asegura que no solo es un problema de procedimiento policial, sino que, además de esto, el sistema penal colombiano está contemplado para que esta situación se dé y varios delitos no conlleven una medida de aseguramiento.

“De esta manera se puede aliviar el hacinamiento que hay en las URI, en las estaciones de policía, penitenciarías y cárceles, que en algunas ocasiones llega hasta el 500 o 700 por ciento”.

Pero explicó también que el problema es más profundo y tiene su raíz en la política criminal colombiana, que ha hecho de algunos delitos del común querellables, es decir que deben ser denunciados para poder ser juzgados, lo que pone de manifiesto “la baja cultura ciudadana de la denuncia, que impacta en la baja judicialización y retención de los delincuentes”.

Sin embargo, este panorama no es nuevo. Desde la istración de Claudia López se detectó que cerca del 88 por ciento de los criminales capturados por delitos de menor cuantía quedaban en libertad y, de ellos, más del 45 por ciento son potenciales reincidentes.

Las cifras más recientes sobre el conteo de casos por este delito en la ciudad (enero-septiembre de este año) señalan que las modalidades de hurto a personas y a celulares son las que reportan los peores números entre todas las categorías de robos y las que acumulan más casos registrados entre todos los delitos. También, son las de mayores subregistros.

Pero, a su vez, son los más difíciles de judicializar porque son delitos de menor cuantía. “Mientras el sistema judicial en Colombia crea que robar es un deporte y no un delito, vamos a seguir teniendo dificultades por mucho esfuerzo que la Policía Metropolitana de Bogotá y los ciudadanos hagan”, señalaron los penalistas.

JONATHAN TORO ROMERO

Redacción Bogotá

EL TIEMPO

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